Entre chulos y xulos

El Parlamento de Cataluña ha perdido la partida enfrentándose a Hollywood. Ya era hora de que alguien enseñara a estos señores que tonterías las justas. ¿Quién podía hacerlo sino los americanos?, que de chulear entienden mucho porque inventaron el término.

Así, las distribuidoras americanas se niegan a doblar el cincuenta por ciento de sus producciones al catalán y han decidido enviar las cintas en versión original sin subtítulos a la región.

Señor Montilla y compañía, podrán ponerse xulos con el Presidente Zapatero, que les debe mucho, pero a los americanos no les chulea nadie, porque para chulos, ya están ellos. Esa es la diferencia entre un país de opereta como el nuestro y un país de verdad como EEUU.

Doblen a Bardém, Almodóvar y a todos esas simpáticas gentes del cine de provincias que también tienen réditos políticos con ustedes y no dudan en enarcar el dedo para simular la ceja de marras. Mucho me temo que el resto de la industria, comenzando por la más grande del mundo, seguirá con coherencia el camino que dictamina la lógica.

He dicho.