La presentación vista por el autor

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Aún con la cabeza dándome algún martillazo que otro a causa de un “pedrito” -una manera salerosa que tenemos en Málaga de definir una copa de vino de la tierra- que no debí tomar, me he puesto ante el teclado para comentar con vosotros la presentación de Diario de un Cazador – Linaje, que tuvo lugar anteayer, 27 de marzo, en la Librería Luces.

En primer lugar me gustaría dar las gracias a todos por vuestra asistencia. De verdad que no esperaba una respuesta masiva cuando os convoqué. Llenamos completamente Luces, tanto que muchos tuvisteis que quedaros en pié, y eso es de agradecer.

Cuando me senté tras la mesa estaba francamente apabullado. Nunca me he considerado un gran orador y, para qué negarlo, estaba muy nervioso. Sin embargo, aunque me dejé un montón de cosas en el tintero y no pude reproducir todo lo que tenía en mente, creo que sí dije lo fundamental.

Enfrentarse a una gran audiencia y hablar con normalidad me resulta prácticamente imposible -a pesar de que la gran mayoría erais conocidos y amigos, y que la librería nos ofreció un entorno agradable, casi íntimo, en el que desarrollar la presentación-. Sin duda alguna, también ayudó la introducción fresca, vital y simpática de Francisco Contreras Gil, compañero y encargado del área de prensa de Editorial Aladena, al que agradezco su intervención.

Espero que mis palabras, que buscaron en todo momento la brevedad y la mayor naturalidad posible, os resultaran de interés. También ruego por vuestra comprensión de cualquier error que pudiera producirse. Siempre se puede mejorar e intentaré perfilar mi intervención en la próxima ocasión.

Cuando finalizó la exposición, ayudado inestimablemente por Francisco Vázquez, director de Aladena, es cuando comencé a disfrutar de verdad el evento. Se habían extinguido los nervios y era el momento de vernos cara a cara, poder saludaros personalmente a todos, charlar (aunque fuera brevemente) e intercambiar opiniones. De verdad, muchísimas gracias. Me hicisteis tremendamente feliz.

Quiero agradecer especialmente la presencia de Don Manuel Alcántara. La razón por la que pedí a Don Manuel que asistiera no sólo se debe a su reconocido prestigio periodístico y don en el terreno de las letras, sino a su profunda bondad y generosidad demostradas, y la consideración de amigo que le profeso. Deseaba contar cómo le conocí, pero viendo que prefería pasar desapercibido no quise incomodarle. Aprovecho para resaltarlo aquí. Creo que la ocasión lo merece.

Lo cierto es que, cuando no era más que un chaval con un manuscrito bajo el brazo y muchas ilusiones, Don Manuel se prestó gentilmente a leerlo. Y no sólo eso, también me dio su opinión y algunos consejos, algo que, por desgracia, no es habitual en escritores reconocidos de su posición. Creo que ello nos enseña una lección a todos, no sólo a los autores. No importa en qué peldaño nos encontremos, siempre debemos ofrecer nuestro cariño, apoyo y comprensión a las personas que se están iniciando en un camino. En un tiempo en que la rivalidad y la competitividad parecen ser las estrellas, olvidamos que tender la mano es una lección aún más valiosa.

También quise agradecer la presencia de aquellos que hicieron unos cuántos kilómetros para poder estar allí esa tarde. Tanto dentro de la provincia, como fuera. Amigos que vinisteis de Fuengirola, de Estepona y de más lejos aún. Tal es el caso de Manuel León Mejías, compañero en estas lides literarias, y su esposa, María José, o los escritores Miguel Ángel Granda y Lourdes Fernández, compañeros y amigos todos ellos.

En definitiva a vosotros que vinisteis armados de cariño y buenas vibraciones. A aquellos que no pudieron acompañarnos por motivos de salud o por otras circunstancias, pero que también estuvieron presentes de pensamiento y corazón. A los que tomáis un libro en vuestras manos con el sencillo afán de soñar y siendo los que realmente nos animáis a estar al otro lado, plasmando ideas, creando historias, contando vivencias...

A todos, GRACIAS.

Aquí están los nombres de las personas conocidas -lo siento por aquellos que no conocía- que asistieron a la presentación. Me parece que os merecéis aparecer en este post.

A Mercedes, Carmen, Manuel y María Luisa, Carlos e Isabel, Pepe Carlos y Chari, Arantxa, Mari, Mari Carmen, Iñigo, Ana Dori, Miguel Ángel, Milagros, Lidia y Pepe, Gema y Dani, Carlos Juan y  Pitu, Miguel Ángel y Graciela, Manuel y Ana, Antonio, María Jesús, Pepe y Toya, María Jesús y Matías, Asun y Estrella, Margarita, Cristóbal, Pepe I. y su esposa, María Victoria, Carmen, Rafael, José Carlos, Ana María, Rafael L, Carlos y Josefa, Chon, José Luis, Mercedes, Rafael, Conchita, Domingo y Adela, Hilda y Eugenio, Vicky, Maribel y Pepe, Lourdes, María Teresa, Bárbara y José María, Carmen M, Manuel y María José, Marie Alex y Luis Felipe, Nieves y Juanjo, Manuel A, María José y Kika, Amalia y Jesús, Rafael G, Beatriz y Manolo, Mari, Juan Carlos, Rodrigo y Corina, Bea, Cristina, José María (Chemita) y Carlos, Francis y Marilynn, Evelyne y Julián, Juan Luis (Coque) y Nacho, en el nombre de Aladena, de Luces y en el mío propio, GRACIAS DE TODO CORAZÓN.

Iván.

Enviado por Fran (no verificado) el Dom, 29/03/2009 - 17:37

Hola Iván:

La verdad es que yo, que estoy acostumbrado a presentaciones de libros (no tanto por mi labor de editor de ALADENA, que llevo bien poco al mando del “barco”, sino por mi labor de reportero), puedo asegurarte que nunca había visto a un autor “primerizo” llenar una sala con más de un centenar de personas y vender la cantidad de libros que vendiste.

Imagino que la labor y el empeño que pusiste en que la gente acudiera debió surtir efecto, pero vaya… enhorabuena porque no es habitual.

Como todas las presentaciones o firmas sean así, no dudo en que se venderan miles de ejemplares.

Y a propósito, para estar tan “nervioso” como decías, lo hiciste genial.

Un abrazo!

Enviado por Gema (no verificado) el Dom, 29/03/2009 - 17:46

Nunca había asistido a la presentación de un libro, que mejor primera vez que contigo, Iván. Me encantó, te vi estupendo, a pesar de los nervios, y fue todo un éxito. La verdad es que el libro lo merece, y te lo mereces tú, ¡a seguir cosechando éxitos!

Enviado por Lourdes Fernández (no verificado) el Lun, 30/03/2009 - 09:58

¡Muchísimas felicidades! No sabes cuánto me alegro de que todo saliera a la perfección.
Ahora, a seguir vendiendo libros y a continuar con la promoción. Seguro que tienes suerte porque te lo mereces y porque tienes talento e ilusión.

Enviado por Nacho (no verificado) el Lun, 30/03/2009 - 12:11

Bueno Iván, todo el mundo dice que fue todo un éxito, por algo será. Como sabes yo llegué a los postres y me perdí lo más importante, pero bueno, ya habrá más ocasiones. Sobre todo porque dentro de no mucho se celebrarán ferias del libro en varias ciudades, y supongo que te podremos encontrar por allí.

Sólo me cabe transmitirte mi felicitación más sincera y el deseo de que se repita el éxito en futuras ocasiones.

Enviado por ivan el Lun, 30/03/2009 - 13:51

Hola a todos:

De nuevo, me perdonaréis que, para no hacer eterna la lista de mensajes, os conteste a todos en una sola respuesta.

Muchas gracias, Fran. Es verdad que la sala se llenó, pero sólo es responsabilidad mía en parte. Hicimos mucho hincapié en que asistieran todos, sí, pero hay que agradecérselo a ellos que se volcaron. Viendo algún vídeo que me han pasado -y que tengo que enviarte- me he quedado más tranquilo. Sí, estaba nervioso de la muerte, pero al menos ya sé lo que dije. Ja, ja, ja… Y gracias a ti y a Fran C. por arroparme y transmitirme fuerza y tranquilidad. De no ser por vosotros no sé cómo habría sido la cosa.

Gracias también a ti, Gema, por tu asistencia y tus buenos deseos. Sé que es de corazón. Y la celebración tampoco estuvo nada mal, pero como no me dejéis invitar a una copa la próxima, os abriré expediente yo -a ti y a Dani-. Ja, ja, ja…

Lourdes, esto no sería lo mismo sin tener un mensaje tuyo. Muchas gracias por escribir y gracias por haber asistido. Lo que siento es no haber podido dedicaros el tiempo que me habría gustado a todos, pero estaba abrumado. Aún así, tenemos un café pendiente, no me olvido.

Gracias también a ti, Nacho, que hiciste unos cuántos kilómetros desde Madrid para poder llegar a los postres, como dices tú. No habría sido lo mismo sin ti. Os necesitaba allí conmigo, y vaya si vinisteis. Mil gracias, amigo.

A todos, por escribir, gracias de todo corazón.

Nos seguimos escribiendo, nos seguiremos hablando, leyendo, cambiando opiniones, compartiendo reuniones de tupper y, espero, viéndonos en las presentaciones. La próxima, Camino a la Atlántida de Urresti, también de Aladena. No faltéis, ¿vale?

Un abrazo muy fuerte para todos.

Iván.