Cuaderno de Bitácora II

Comenzamos esta semana señalando algunos puntos interesantes relativos a la reestructuración del libro.

Lo primero que cabría resaltar es el hecho de la visión global. La madurez suele conllevar aparejada cierta sabiduría, más profunda en algunos casos y definitivamente menor en otros. No seré yo el que defina cuál de los dos podría aplicárseme. Pero sí se traduce algo de ello.

Cuando escribí Utopía, con cierto ánimo crítico, lo hice según las circunstancias y percepciones que entonces tenía del mundo que me rodeaba. Muchas de ellas continúan teniendo validez hoy en día, pero la candidez de la juventud hizo que pasara por alto otros tantos.

Es el momento de contemplarlos antes de cerrar la edición.

No sólo se ha producido una evolución personal, sino también un desarrollo del nivel cultural de éste que suscribe. Ello también habrá de reflejarse en la versión definitiva de la novela.

Estoy siendo especialmente cuidadoso con el fondo tanto como con la forma. No me avergüenza reconocer que la gramática necesitaba ser pulida, y es aquí donde he observado otro dato interesante: la urgencia. Sin duda, fruto de la edad, bien pudiera parecer que tenía la obligación de plasmarlo todo con una celeridad propia de la edad, como si fuese a olvidar algún detalle o como si el clímax de la obra peligrara de tomarme el tiempo necesario para explicar los sucesos con detalle.

He atravesado hoy mismo el ecuador de la novela y aún me queda mucho por hacer, pero lo hago por voluntad propia, con ilusión y con el esmero que merece cualquier trabajo que será dirigido al público.

Vuelvo a mis páginas con la esperanza de que este ejercicio tenga éxito y os animéis a dejar vuestros comentarios aquí además de en el formulario de contacto.

Un saludo.

Enviado por Anónimo (no verificado) el Sáb, 15/05/2010 - 18:00

Me encanta este cuaderno de bitácora. Resulta muy interesante poder observar la evolución de un texto en palabras del propio autor. Gracias, Iván.

Muchas gracias, querido lector anónimo. Continuaré con ello tan pronto me resulte posible.
 
Gracias por permanecer al otro lado.