Cuaderno de Bitácora I

Desde hace un par de semanas, tan pronto como lo han permitido las obligaciones laborales, he regresado a mi encierro para trabajar a destajo en el manuscrito de Una Isla Llamada Utopía, mi primera novela, que será la tercera en ver la luz de la mano de Editorial Aladena.

Como le comentaba a David Fernández hace unos meses, en la entrevista que me realizó con ocasión de la publicación de El Vuelo del Cisne, para un escritor, escoger entre sus libros es lo mismo que para un padre hacerlo entre sus hijos. Resulta tremendamente complicado porque todos encierran diferentes aspectos nuestros, conservan anécdotas en cada una de sus páginas y guardan las horas indecibles de trabajo que les han dado forma hasta el momento del alumbramiento.

 

Si bien muchos calificaron Diario de un Cazador – Linaje como mi ópera prima, yo diría que Una Isla Llamada Utopía es mi obra magna. Al menos por el momento.

Con toda probabilidad, muchos ya sabréis que Utopía fue la primera novela que finalicé y quizá la impulsora de que llegara a plantearme el hecho de convertirme en escritor profesional. No pocos conoceréis, del mismo modo, que la terminé con dieciocho años, pues nunca me he molestado en ocultarlo. Es, por tanto, no sólo la precursora, sino también el libro que más mimos necesitaba antes de ser editado.

Comienzo este cuaderno de bitácora, una especie de anecdotario o "cuaderno de campo" que me permitirá contaros la evolución del texto a medida que mi trabajo vaya avanzando.

Espero vuestros comentarios y preguntas.

Nos vemos en la próxima entrega, donde entraremos en materia.

Un saludo.